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Si se aprecian manchas blancas, estas pueden ser de la cal del agua o de depósitos minerales. Para desprenderlas, limpiar la superficie con vinagre y papel de cocina, o bien con el limpiador en polvo y un papel húmedo si fuese necesario.

Demasiado calor. Si el color es amarillo oscuro, es causa del aceite y el fuego alto. Debemos usar solamente fuego medio. El limpiador en polvo quitará estas manchas y las persistentes de la superficie de titanio.

Si la comida se quema, normalmente es por demasiada temperatura o por una limpieza inadecuada. Las unidades están diseñadas para ser usadas a baja temperatura.
Quita la unidad del fuego, o usa un difusor de calor. Observa que haga bien el semivacío; si no lo hace correctamente, tardará más tiempo en cocinar.

Puedes usar cualquier herramienta dentro de tus unidades, incluso una batidora. Quizá se ralle, pero no afectará a las propiedades de cocción de nuestros productos, que están hechos para ser usados, no mimados.
Si quieres mantener los productos en buen estado, nunca uses materiales abrasivos en la parte exterior de las unidades. Si algo se pega, añade agua caliente con jabón y déjalo reposar durante 10 minutos.

Es posible que alguna unidad de cocción se vuelva azul en la parte de abajo, o incluso en el interior. No te preocupes, si se ha usado a temperaturas demasiado altas, el metal se templará decolorándose hasta recuperar su color natural a los pocos meses. Si esto ocurre, has de saber que no se ha dañado el producto, simplemente se ha quemado el metal, sigue siendo sano y cocinará igual de bien. Ten en cuenta que nunca es necesario usar la máxima temperatura, ni siquiera para hervir agua.

Por muy gruesas y robustas que sean nuestras unidades, tanto las sartenes como las ollas, los cambios bruscos de temperatura (por ejemplo, echar agua fría en una unidad caliente) pueden causar deformación en ellas. Deja enfriar la unidad y después añade el agua.